EL FIN DEL MUNDO

Me pregunto cuántos condenados han estado esperando este año.
Según algunos diablillos este es el número de la bestia y aquellos que posean esta marca sufrirán la ira de Dios. Algunos se lo atribuyen a Cesar Nerón; otros, al Papa. ¿Qué importa? Da lo mismo.

Algunos creen que si el mundo se llegara a acabar, los unicos sobrevivientes serán las cucarachas. Qué mentira más grande. ¿Quién puede creer semejante estupidez?

Si el mundo se acaba mañana los únicos que van a sobrevivir son los astronautas que andan dando vueltas alrededor de Marte. Sin duda, ellos serán los próximos Adán y Eva del paraíso y tendrán el deber de procrear para preservar la vida en la Tierra — No me crea, por favor.

De lo que sí estoy seguro, es que si el mundo se llega a acabar, moriré junto a una botella de Whisky y moriré feliz pensando en que toda esta mierda se va a acabar. Ojalá que mientras se acabe el mundo me encuentre junto a una radio, escuchando Black Sabbath o Led Zeppelin; o lo que sea mientras no sea raggaeton.

Imagínense que mientras se acabe el mundo, puedan observar que piedras provenientes desde el cielo caigan sobre las cabezas de los flaites, reventandoles la cabeza uno por uno. Imagínense que una estrella caiga sobre la Moneda y un meteorito caiga sobre la Municipalidad. Sería genial ver todo eso desde tu balcón. Sería más genial apreciar el fin del mundo desde un mirador o desde la Cruz del Tercer Milenio, pero, de seguro, va a haber alguien cobrando.

Creo que la verdadera «revelación» se escribe en nuestra voluntad, nosotros somos los únicos que decidimos cuando termina el mundo y no un «libro» que ha sido más manoseado que puta de cabaret. Si queremos terminar con esto, hagámoslo pronto. Los invito a matar, no en el nombre de Dios ni del Diablo, sino en su propio nombre. Todo es una falsedad. Desde leyes orgánicas hasta los propios símbolos divinos, desde escrituras biblicas hasta los programas de farándula. Abran los ojos.

Continuará...